En
“¿Quién me quita lo bailado?” no hay una
escenografía construida para la obra, el espacio escenográfico está constituido
por los objetos manipulados por los personajes
y por la luz.
La primera aparición de los personajes en escena sirve
para situarnos en el mismo espacio en donde están los espectadores, sin
ocultamientos, sin disfraz; para luego transformarse en los diferentes lugares
por donde nos lleva la obra, pero a partir de ese espacio vacío.
La noción de 'alfombra' que plantea Peter Brook en
sus reflexiones sobre “El espacio vacío” son bien claras en la forma espacial
de “¿Quién me quita lo bailado?”; funcionando la luz como alfombra.
Ha sido también inspirador el trabajo de Gordon
Craig en cuanto al espacio y al movimiento, sobre todo en sus experiencias con
la bailarina Isadora Duncan.*
Entonces decidimos trabajar en cámara negra, con un
límite bien claro marcado por la luz; entre un adentro y un afuera. Los
personajes salen y entran de éste espacio de luz; y a la vez, la luz del afuera, de los bordes, va
invadiendo toda la escena hacia el final de la obra.
El espacio escénico contiene solamente tres sillas, un
varal con vestuario, espejos y luces que funcionan como objetos escenográficos.
El movimiento de los actores por el espacio también va a modificar la alfombra, en constante diálogo con la luz.
IVANA DOMÍNGUEZ y SERGIO de los SANTOS
(*) “…Una forma simple y austera asciende con
prolongada paciencia como el despertar de una idea en un sueño. Algo parece desplegarse,
algo parece plegarse. Despacio…
Pliegue a pliegue se va abriendo y se cierra hasta
que lo que era vacío toma forma.
Y ahora, de este a oeste, una cadena de vida se
mueve como el mar ante nosotros…
Sin arquitectura no tendríamos ningún lugar divino
en el que rezar.
Sin música ninguna voz divina con la que rezar.
Sin movimiento, ningún acto divino que representar.”
Gordon Craig, escritos sobre la escena, 1907.
No hay comentarios:
Publicar un comentario